Coloca la carne en una cacerola con 2 litros de agua, 6 ajos y sal, pon la tapa y cocina a fuego medio hasta que la carne esté a medio cocer; retira del fuego y reserva 1 litro de caldo.
Escurre la carne y fríela en poco aceite hasta que esté dorada; retira y recerva.
Desvena y quita las semillas de los chiles; tuéstalos y remójalos en 2 tazas de agua caliente para que se suavicen; licualos con el agua del remojo y reserva.
En la misma cacerola donde freíste la carne, sofríe las semillas, 2 ajos, las pimientas y los clavos (cuida que no se quemen las semillas).
Licua lo anterior con 1 ½ tazas del caldo que reservaste, vierte sobre la carne junto con la salsa, sazona y cocina hasta que espese (si es necesario, añade el caldo restante).
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